martes, 11 de octubre de 2016

Eucalyptus (Eucalipto) Eucalyptus radiata

Utilizado para limpiar superficies y purificar el ambiente, el aceite esencial de Eucalipto también puede ayudar a relajarnos y a respirar mejor cuando estamos congestionados

Descripción:
El aceite esencial de Eucalipto se extrae de las hojas de un árbol perenne que llega a medir hasta 15 metros de altura y nos ofrece diversos beneficios al ser utilizado de manera tópica o aromática. Sus principales componentes son el eucaliptol y el alfa-terpineol, que lo hacen ideal para despejarnos las vías respiratorias y ayudarnos a respirar mejor cuando estamos congestionados, así como para relajarnos cuando se aplica dando un masaje. Estos compuestos, al ser aplicados tópicamente, también ayudan a tonificar y dar un aspecto más juvenil a nuestra piel. El eucalipto, con estas propiedades purificantes, también puede ser de gran utilidad para limpiar superficies y el aire. Algunos estudios han demostrado que el Eucalipto es efectivo para ayudarnos a disminuir el estrés. También es muy utilizado en enjuagues bucales con el fin de refrescar el aliento y promover la salud bucal.

Principales beneficios:
  • Ayuda a despejar la mente
  • Nos ayuda a relajarnos
  • Despeja las vías respiratorias
  • Limpia y purifica superficies y el aire

¿Cómo se utiliza?
  • Aplicación aromática: Usar 3 ó 4 gotas en un difusor, o hacer una mezcla con cualquiera de estos otros aceites, con los que combina muy bien: Tomillo, Romero, Mejorana, Lavanda, Madera de Cedro. Durante la ducha, poner un par de gotas en las manos y colocarlas sobre la nariz e inhalar profundamente para revitalizar y despejar las vías respiratorias
  • Uso tópico: Aplicar 1 ó 2 gotas, diluyendo en aceite base para minimizar cualquier sensibilidad en la piel; también puedes añadir una gota a tu crema hidratante habitual para obtener sus efectos vigorizantes
  • Uso interno: NO debe ingerirse

Precauciones:
En algunos casos puede causar sensibilidad en la piel, por eso hay que empezar con la menor dosis posible para saber cómo reacciona nuestro organismo.  Y, como siempre, se debe mantener fuera del alcance de los niños, y consultar con su médico antes de usarlo si se está embarazada, lactando o bajo tratamiento médico, así como  evitar el contacto con los ojos, el oído interno y zonas sensibles.


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