Algunos
aceites esenciales tienen una rica historia culinaria y pueden ser utilizados
como suplementos dietéticos para mejorar gran variedad de afecciones. Cuando uno utiliza canela, pimienta u
hojas de albahaca para cocinar, se están consumiendo algunos compuestos
aromáticos volátiles de aceites esenciales.
Los
aceites esenciales no sólo añaden sabor y aroma a los alimentos, sino que
tienen muchos beneficios para la salud, y al estar tan concentrados se pueden
usar como suplementos dietéticos de una forma más potente y específica. El uso interno es un método de
aplicación muy seguro y efectivo debido al sofisticado proceso fisiológico de
nuestros cuerpos, pero siempre deben utilizarse aceites esenciales 100% puros y con un exhaustivo control de calidad, como los aceites doTERRA.
Al
ser ingeridos, los aceites esenciales entran directamente a nuestro torrente
sanguíneo a través del tracto gastrointestinal, y son transportados al resto de
nuestro cuerpo, llegando a todos los órganos, incluyendo el cerebro. Después, como todo lo que consumimos,
los aceites esenciales son metabolizados por el hígado y otros órganos para ser
finalmente excretados.
La
composición de estos compuestos en muy compleja. Cada uno de ellos pose unas propiedades bioquímicas
específicas que reaccionan con las células y los órganos de diferentes formas. A pesar de que este mecanismo de acción
no se ha llegado a comprender del todo, sí se han demostrado sus resultados
positivos en nuestra salud.
Es
importante recalcar que nuestro cuerpo sólo está equipado para metabolizar
dosis adecuadas de aceites esenciales, así que es imprescindible una dosificación
apropiada siguiendo las recomendaciones de las etiquetas y/o la guía
profesional para evitar sobrepasar estos límites.
Formas
efectivas de aplicación interna:
- Usar aceites en recetas de cocina o repostería sustituyendo a las hierbas frescas o secas y a las especias
- Hay que recordar que los aceites esenciales son mucho más potentes que éstas, así que hay que comenzar con cantidades muy pequeñas
- En el caso de los aceites más potentes, puede ser una buena idea utilizar un palillo limpio, introduciéndolo al frasco, en vez de verter gotas y así tener más control
- Añadir aceites esenciales en agua, batidos, zumos, leche, té u otras bebidas
- También se pueden rellenar cápsulas vegetales o mezclarlos con una pequeña cantidad de miel o de yogur
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